Siempre que comienza la época de vacaciones muchas personas se dan cuenta en el último momento que no han pensado qué hacer con sus animales. Para evitar esta situación y los posibles abandonos que este descuido conlleva, es necesario planear nuestras vacaciones incluyendo en nuestros planes a nuestros pequeños compañeros.
Antes y durante las diferentes épocas de vacaciones, La Madriguera ha sido testigo del aumento exponencial de avisos referentes a animales abandonados o casos de personas que querían deshacerse de sus compañeros porque “no podían” hacerse cargo de ellos. Semana Santa, verano y navidades, así como otras fechas menos señaladas, se han convertido en un punto negro en los calendarios de muchos animales que, sin saberlo, se convierten, de pronto, en una molestia.
Sin embargo, hay diferentes opciones que se pueden tener en cuenta para evitar estas desagradables situaciones y que, seguro, sacarán del apuro a más de uno ante un imprevisto.
A la hora de viajar siempre tenemos la posibilidad de llevar a nuestro animal con nosotros ya que son cada vez más numerosas las empresas y grupos dedicados a hacer un turismo con animales. Esta opción es muy interesante para disfrutar de la familia al completo aunque tiene algunos inconvenientes ya que los destinos son limitados y, por otro lado, este tipo de experiencias está orientado especialmente para dueños de perros y, en menor medida, gatos, mientras que otras especies siguen quedando relegadas al olvido.
Si no podemos viajar con ellos, bien porque no hay posibilidad de llevarlos con nosotros o porque debido a su edad o estado de salud es mejor moverlas lo menos posible, hay varias posibilidades que podemos tener en consideración: canguros y residencias.
Una primera opción sería dejarlo a cargo de un amigo o familiar. En estos casos, siempre es bueno dejar instrucciones precisas sobre las necesidades del animal, advertirles de los posibles síntomas o signos de alarma de los que deben estar pendientes y facilitarles el teléfono de nuestro veterinario de exóticos de confianza para que le consulte en caso de duda. No te olvides de dejar un fondo de previsión por si surge alguna urgencia.
En caso de no poder contar con conocidos o cuando surja algún imprevisto, hay personas que se dedican profesionalmente a cuidar de nuestros animales mientras te encuentras ausente. En estos casos, siempre es bueno confiar en las referencias que os puedan facilitar amigos y clientes.
Otra de las opciones más interesantes son las llamadas guarderías de exóticos. Se trata de establecimientos donde cuidan de animales de terceros a cambio de una retribución monetaria.
Debido al auge de este tipo de negocio, es necesario conocer con anterioridad las características de cada centro. Algunos no cumplen las expectativas de las que hacen alarde y otros no pueden hacerse cargo de animales con algún problema físico o de salud. Infórmate cuál es la clínica o el veterinario que tienen concertado o cual es su política en el caso de una urgencia.
Cuanta más información dispongamos de cada establecimiento, mejor podremos elegir la opción más adecuada para nuestro animal.