GUNTER fue rescatado junto a su compañero MIRKO de una situación lamentable. La persona responsable de sus cuidados había fallecido y nadie quería hacerse cargo de ellos ni del resto de ratitas que había en la casa, donde vivían en jaulas llenas de excrementos, suciedad y sin acceso a una alimentación y cuidados básicos. Llegó en muy mal estado al veterinario y, a pesar de que hicieron todo lo que estaba en sus manos por estabilizarle, falleció en menos de una hora. Nos hubiera encantado darle la oportunidad de vivir la vida que merecía, pero no llegamos a tiempo.