Ronnie y Cisco fueron abandonados en un parking, dentro de una caja. La persona que los encontró no los puede tener, y ahora buscan un hogar en el que ser felices.
Es asustadizo y le cuesta coger confianza, pero si le dejas su tiempo y vas siguiendo el ritmo que él marca, poco a poco va disfrutando de las caricias. Es muy bueno y tranquilo.