FLORA fue llevada a una perrera para sacrificar porque decían que era agresiva.
Poco a poco va cogiendo confianza, no le gusta que la cojan pero al menos ya no muerde. Por lo demás es tranquila, viene a ver que tienes entre las manos y come de la mano sin problema, es cuando se siente agobiada cuando se pone a la defensiva.
Flora necesita una segunda oportunidad, ella está poniendo de su parte. ¿Te gustaría darle una nueva vida?