BRANDY fue abandonado dos veces. Primero se lo dieron a potra persona que no lo quería y luego, al no poder devolverlo, acabó en una perrera. Se encontraba lleno de bultos y con sarna. Enfermo y muy delgado, todo lo que recibió fue un doble abandono. Ahora se recupera y tiene la atención veterinaria que merece.
Es un hámster ruso buenecito que merece una tercera oportunidad.