RANMA fue encontrado en la calle y tuvo la suerte de ser recogido. Fue adoptado y vivió feliz muchos años en una buena familia. Ahora su familia debe volver a su país y el viaje es muy peligroso para un conejo mayor, así que ha vuelto con nosotros.
Es un conejo un poco grande pero precioso y sociable. Aunque algo desconfiado al principio, enseguida te acepta. Tiene miedo a los perros.
A pesar de su edad, está bien de salud.