NEYA es una coneja que acabó en una perrera tras el desalojo de una casa en la que había muchos animales en pésimas condiciones.
Es una coneja buena, limpia, muy lista y siempre está buscando donde puede haber golosinas para comer.
Hay que estar muy pendiente de que coma heno, porque ha tenido problemas de dientes y que hay que controlar mucho su dieta.