MOKA fue abandonada un agosto en un solar, cuando nos avisaron la coneja llevaba un mes buscándose la vida.
Es una coneja muy buena y sociable que buscó compañía, hasta que acabó en el jardín de la casa de la persona que nos llamó. Cuando fuimos a por ella, la llamabas y venía pero en el último momento reculaba de miedo.
Al principio es un poco miedosa, pero se ha hecho rapidamente a estar en una casa otra vez.