KARMA es una pequeña que llegó a nosotros con dos costillas fracturadas, una lesión de la vértebra y caquéctica.
Junto con haber sido destetada antes de tiempo, una alimentación no adecuada, llegó sin poderse levantar ni mover.
Tras varias pruebas, sesiones periódicas de rehabilitación, nos dio esperanzas en su posible mejoría, pero poco a poco fue haciéndose más difícil su recuperación, pasando a ser una coneja paralítica y con deformidades en sus patas.
Necesita sesiones de masajes, calor y asistencia diaria para ayudarle y paliar sus dolores. No puede comerse sus cecotrofos por lo que hay que incluirlos en su alimentación.
Necesita además rehabilitación y control veterinario periódico, durante toda su vida.