KALE fue abandonada enferma y acabó en una perrera, de donde la recogimos. Es una coneja buena y tranquila, con carácter bastante reservado, pues no ha debido llevar una vida fácil. Actualmente se encuentra en tratamiento veterinario por problemas renales, digestivos y uterinos. Esperamos que pronto esté totalmente recuperada y encuentre el hogar que merece, donde la llenen de mimos, cariño y pueda dejar su pasado atrás.