HUTCH llegó a una perrera, después de ser abandonado en la calle.
Tenía un abceso de grasa en el intestino y problemas de hígado.
Ahora tan solo hay que procurar no racionarle la comida porque baja muy rápido de peso y hacerle una analítica de control al año.
Es un conejo tranquilo, que le encanta estar acompañado.
Hutch sólo se da en adopción con LUA, llevan juntos mucho tiempo y se adoran.