FÉNIX fue abandonada en el monte con apenas cinco semanas de vida, donde permaneció varios días hasta que fue encontrada y rescatada por una de nuestras voluntarias, gracias a ella hoy Fénix puede contarlo.
Es una coneja muy alegre, curiosa, mimosa y glotona. Nuestra pequeña superviviente se merece un hogar definitivo, donde la quieran y la mimen como se merece.
¿Quieres ser tú ese hogar que tanto merece nuestra pequeña?