DIMMA es una coneja joven y muy guapa a la que encontraron abandonada sin poderse mover. Unas buenas personas la recogieron, pensando que tenía varias patas rotas pero lo que realmente tiene Dimma es una fractura en la zona lumbar. Esto le impide mover las patas traseras. Además, tiene las patas traseras llenas de mordiscos por autolesiones, debido al dolor tan fuerte que sufría. Actualmente está en tratamiento veterinario. A pesar de haber pasado momentos tan duros y dolorosos, la pequeña tiene buena actitud y es muy glotona. Queremos darle todas las oportunidades y cuidados que merece. ¿Cómo resistirse a esos preciosos ojos azules?