BUNNY fue abandonado por su dueño en una jaula muy pequeña, donde apenas podía moverse y no sabía caminar.
Llegó muy asustado pero encontró a Tika, que estaba más asustada que él y, desde entonces, fueron inseparables y no podían vivir el uno sin el otro. Fueron adoptados y devueltos y esperaban encontrar una casa de nuevo juntos.
Por desgracia Tika falleció y no pudo ser.
Bunny vive ahora con un grupo de conejos.
Ojalá tengamos pronto una buena noticia para él.