A BIMBA la encontraron abandonada en un parque y la llevaron a la perrera.
Es una coneja muy buena y cariñosa, que se acercaba a la gente en el parque y se dejó coger sin problema.
Estaba muy delgada, con unas uñas muy largas, pero lo peor es que le detectaron un timoma y un tumor de útero que no se puede operar.
Por desgracia, son enfermedades crónicas que necesitan tratamiento de por vida y revisiones periódicas. En estas revisiones, le suelen hacer radiografía de tórax para ver el estado del timoma o ecografías para revisar el útero.
A pesar de todo es una coneja que está haciendo vida normal, muy buena, que solo busca mimos y compañía, tanto de personas como de conejos. Necesita una familia que sepa cual es su estado de salud y quiera compartir el tiempo con esta coneja tan especial.