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Sociabilización de varios conejos

Introducción

Los conejos son animales sociables por naturaleza. Cuando viven en libertad forman grupos con una estructura social compleja y desarrollan diferentes comportamientos sociales. Estas relaciones con individuos de su especie son muy importantes para su bienestar psicológico y, por tanto, también físico.

Los conejos que viven con otros conejos son más felices, viven más, desarrollan menos enfermedades y menos problemas de comportamiento relacionados con el estrés y el aburrimiento. Las cobayas pueden ser buenas compañeras pero nunca llegarán a comprenderse ya que tienen maneras diferentes de comunicarse. En algunos casos además la agresividad de los conejos puede ser demasiado peligrosa para los cobayas.

Por ello muchos dueños de conejos toman la decisión de buscarles un compañero. Se trata de la decisión más acertada, desde luego, sin embargo, debemos tener en cuenta varios aspectos. Todo proceso de sociabilización lleva un tiempo y en algunas ocasiones este proceso dura más de lo esperado. Pese a ello, con tesón y paciencia todo se puede lograr.

Aventurarse a forzar una sociabilización sin información previa y de manera precipitada puede tener como consecuencia graves lesiones, persecuciones y mordiscos. Por tanto, es necesario seguir unas ciertas pautas para que la sociabilización llegue a buen término. Además, una presentación accidentada puede obstaculizar una sociabilización futura puesto que los conejos no tienden a olvidar las malas experiencias con facilidad. Esa es una de las características más definidas de los animales de presa.

Aún cuando los conejos son animales sociables por naturaleza, no siempre son conscientes de ello. La cría en cautividad, separados de la madre y la camada prematuramente, hacen que muchos conejos puedan parecer reacios a compartir su espacio en un principio. Cuando tienen oportunidad, sin embargo, los conejos viven por naturaleza en grupos. Aunque algunos son más monógamos que otros, lo natural para ellos es vivir en parejas estables o pequeños grupos. A la hora de buscar un compañero tendremos en cuenta la edad, sexo y estado físico de los conejos a juntar pero también su carácter individual.

Cuando los conejos viven con otros conejos, la esterilización es esencial. Los conejos esterilizados son capaces de disfrutar de un estilo de vida más natural que los no esterilizados, ya que pueden estar sueltos con otros conejos y crear estructuras sociales. Hay que esperar unas semanas tras la cirugía para proceder a la sociabilización. En el caso de los machos tardan 21 días en dejar de ser fértiles tras la castración y entre 1 mes y varios meses en que les bajen las hormonas y reducir sus comportamientos de celo. A las hembras les debemos dar tiempo a recuperarse física y psicológicamente de la intervención.

¿Qué compañer@?

La primera duda que siempre nos surge es ¿qué animal será el adecuado para hacerle compañía a nuestro conejo? ¿qué sexo y edad es mejor? Hay diferentes posibilidades:

• Macho adulto – Macho adulto.
• Hembra adulta – Hembra adulta.
• Macho adulto – Hembra adulta.
• Dos gazapos.
• Gazapo – Adulto.

La combinación con más probabilidad de éxito es juntar conejos de diferente sexo (ambos esterilizados) y con una edad mas o menos similar.

En aquellos casos que se pretenda juntar conejos del mismo sexo o conejos adultos con gazapos debemos tener en cuenta que el proceso puede complicarse. Por otro lado, aunque las parejas suelen ser más estables, es cierto que aumentar el número de conejos puede ser complicado pero no hay que descartarlo: en el caso de los tríos o un mayor número de conejos hay que tener más paciencia y tener en cuenta que la dificultad va en función de las personalidades de los conejos y su psicología.

Hay que tener en cuenta la psicología sexual del conejo. Partimos siempre de conejos castrados o esterilizados ya que las hormonas obstaculizan el proceso. Los conejos se montarán entre ellos a pesar de estar esterilizados. No debe pensarse que la actividad sexual del conejo termina con la esterilización. Los conejos recién presentados a menudo se enfrascan en un apasionado cortejo (lo cual es mucho mejor que una pelea). La sexualidad del conejo es en gran medida mental.

Macho adulto – Hembra adulta

Ésta es la combinación recomendada puesto que es la que menos problemas suele dar. Se recomienda tener a los dos castrados por los siguientes motivos:

  • ¿Por qué debe esterilizarse a la hembra si el macho está castrado? Al margen de muchas razones de salud el escenario es el siguiente: El macho castrado montará a la hembra desde el primer día. La ovulación de la coneja es inducida por la monta, con lo cual puede sufrir un embarazo psicológico. Ella le rechazará y él se frustrará. Este escenario no es divertido para ninguno de los dos.
  • ¿Por qué debe castrarse al macho si la hembra está esterilizada?. Un macho sin castrar puede estresar a la hembra intentando montarla. Así va a ser difícil que la hembra le acepte. Además, un macho sin castrar suele ser presa de sus hormonas la mayor parte del tiempo por lo que esto también le supone un estrés y no podrá disfrutar de una relación con la hembra tranquila.

Puede que la sociabilización sea instantánea puesto que muchas veces hay un cierto “amor a primera vista” y desde entonces se vuelven inseparables. Pese a que se lleven bien desde el principio siempre es necesario vigilarles por precaución.

Sin embargo, en la mayoría de los casos, se deben seguir unas pautas de acercamiento progresivo.

Macho adulto – Macho adulto

No es una combinación fácil puesto que, entre machos, las disputas pueden llegar a ser más agresivas que en el resto de los casos. Por eso es muy importante que ambos estén esterilizados y se haya respetado el tiempo recomendado (al menos un mes, o más si aún les notamos síntomas de celos) antes de juntarlos.
Aunque llegaran a llevarse bien hay un factor importante: la dominancia. Hay machos dominantes que pueden llevarse bien con machos más sumisos pero el macho sumiso no llega a estar completamente feliz como podría estarlo en una relación con una hembra. Así, si son dos machos dominantes, la relación puede llegar a ser comprometida e incluso peligrosa si se disputan el liderazgo. En grupos de varios conejos cada macho tendrá sus hembras favoritas y el grupo podrá funcionar si los machos tienen clara su relación y su lugar en el grupo.

Hembra adulta – Hembra adulta

Tampoco es una combinación fácil. Las hembras por naturaleza son más territoriales que los machos por lo que les cuesta mucho aceptar a otro conejo del mismo sexo. El periodo de sociabilización entre ellas suele ser más largo. Hay casos en los que es imposible su convivencia. En todo caso deben estar todas esterilizadas para eliminar los comportamientos territoriales en la medida de lo posible. Si las hembras se han criado juntas por ser de la misma camada o son madre e hijas, es posible que se lleven bien ya que no se han separado nunca.

Gazapo – Gazapo

No suele haber problema ya que se suelen adaptar muy bien. Es importante tener cuidado con el sexo de los gazapos porque a los machos les pueden bajar los testículos antes de lo esperado y podemos encontrarnos con alguna sorpresa. Por eso se recomienda separarlos por sexo a partir de los dos meses aproximadamente (tras el destete). Una vez separados hay que tener cuidado cuando sean adultos: tanto machos como hembras pueden tener comportamientos agresivos entre ellos si están en celo.

Gazapo- Adulto

Con este caso hay que tener cuidado sobre todo porque un conejo adulto puede llegar a herir de forma mortal a un gazapo. No suelen aceptarlos bien por el carácter de los gazapos, aunque hay veces que un conejo adulto tolerante llega a aguantar a un gazapo. Por eso se recomienda ver cómo actúan a través de una reja y no arriesgarse demasiado al juntarlos. El gazapo no va a poder defenderse ante el ataque de un adulto y siempre es recomendable que exista algún tipo de vía de escape para el gazapo si se siente amenazado o se asusta.

Aspectos a tener en cuenta antes de iniciar el proceso

Cuando traemos un nuevo conejo a casa para juntarlo con el nuestro, el nuevo miembro de la familia se sentirá asustado y desorientado. Por eso lo mejor es dejarle unos días tranquilo, para que se habitúe al que será su nuevo hogar.

Siempre es más sencillo si el macho es quien aguarda en casa ya que las hembras son muy territoriales y tienden a defender más su territorio. Las sociabilizaciones siempre son más sencillas si llevamos a ambos conejos a la vez a casa puesto que es un territorio neutral para ellos, incluso si son del mismo sexo, el hecho de estar en un lugar extraño para ambos facilita las cosas.

Otro factor que favorece una buena relación es que haya suficiente espacio, no sólo para que puedan explorar y entretenerse con ello, sino también para que cada uno tenga espacio suficiente e incluso puedan esconderse en caso de asustarse. Aunque, si el espacio es demasido grande, pueden ignorarse durante mucho tiempo y alargar la sociabilización demasiado.

Algo muy importante a tener en consideración es que ambos se encuentren en perfecto estado de salud. Por un lado debemos evitar contagios de parásitos o enfermedades. Por otro el estrés provocado por la sociabilización, si bien merece la pena a largo plazo, a corto plazo puede agravar o hacer manifestarse enfermedades latentes.

Si adoptas un conejo en La Madriguera los animales han pasado una cuarentena y una revisión veterinaria. En el momento de recogerlo estará libre de parásitos y no habrá dado síntomas de enfermedad. El problema viene si el conejo es adquirido en una tienda, encontrado en la calle o es un regalo de un particular porque no sabemos en qué condiciones de salud se encuentra ni ofrecen garantías veterinarias. Por ello, siempre se debe realizar una revisión veterinaria para asegurarte antes de llevarlo a casa.

En caso de duda lo mejor es que el recién llegado pase un periodo de cuarentena de al menos 2 semanas para evitar posibles contagios. Si lo vas a recoger en La Madriguera puedes aprovechar y llevar a tu conejo de modo que ambos puedan compartir este primer viaje en coche juntos.

A pesar de que existe la posibilidad de que sientan ese “amor a primera vista”, tenemos que asumir que es posible que se odien pero también que podrán ser buenos compañeros. La sociabilización es una cuestión de experiencia para los iniciados y una cuestión de fe para los principiantes. Hay momentos en que incluso los más experimentados sienten que hay que rendirse pero hay que saber que pueden llevarse bien y que, muchas veces, nos toma más tiempo del que pensábamos. En cualquier caso, la paciencia es el arma a nuestro favor. Nuestro consejo: prepárate para lo peor y, si luego la cosa sale bien, mejor.

Para reducir el tiempo de socialización al mínimo y, por tanto, el estrés que sufriran los conejos, es necesario seguir las pautas al pie de la letra y no echarse atrás cuando las cosas se pongan un poco feas.

Material imprescindible: un spray de agua, chuches y un territorio neutral (cualquier espacio que ninguno de los conejos considere suyo).

¿Por qué gradualmente?

Aunque la compañía aumenta la longevidad de los conejos, las presentaciones pueden ser estresantes para el sistema inmune. Los conejos pueden desarrollar enfermedades muy serias al ser sometidos a estrés.

Cuando dos conejos se conocen por primera vez, el estrés puede tener como consecuencia diarreas. Y, en su excitación, suelen olvidar temporalmente sus buenos hábitos higiénicos, así que tendrás que limpiar más durante unos días. Además, el olor a “extraño” hará que marque más su territorio.

Siempre que se presenten conejos mayores, enfermos crónicos, o con su salud comprometida de alguna manera, seremos extremadamente cautos (de la misma manera en que se hacen los cambios graduales de dieta, un poquito cada vez). ¿Por qué presentarlos entonces? El potencial de una relación positiva y mutuamente beneficiosa, si se hace gradualmente, supera al riesgo. La razón por la que hay que proceder lentamente en la presentación de todos los conejos es evitar sobrecargar algún sistema inmune que esté luchando contra alguna enfermedad subclínica en un conejo aparentemente sano.

Una cosa interesante es que los conejos de más edad pueden aceptar compañeros que le hubieran resultado intolerables en edades más tempranas.

La presentación y sus fases

Fase 1

Debemos meter a cada conejo en un recinto separado (nunca usar jaulas), colocar los recintos juntos y observar como reaccionan. Hay conejos que se huelen, otros que se ignoran y otros que se ponen agresivos e intentan morderse a través de las rejas.

Si se huelen o se ignoran es buena señal puesto que no ven al otro como un completo enemigo que viene a adueñarse de su territorio. Si éste es el caso les dejaremos unos días así e iremos cambiando los comederos de un recinto a otro, así como a los conejos y les soltaremos por turnos. La duración de esta fase, dependerá de cómo veas que reaccionan.

Para pasar a la siguiente fase ambos conejos deberán respetarse a través de las rejas, es decir, no tienen que mostrar agresividad al ver al otro conejo sino indiferencia o curiosidad.

Fase 2

Esta parte es la mas crítica y por ello debemos preparar el terreno con especial cuidado. Hay que trabajar con los conejos todos los días y la sociabilización no debe verse interrumpida puesto que esto podría suponer el volver a comenzar todo el proceso de nuevo.


Primero, los juntaremos en una zona neutral (una habitación, pasillo…) donde nunca hayan estado ninguno de los dos. Lo suficientemente grande como para que puedan correr y escapar el uno del otro pero no tan grande como para que se pierdan de vista. Ellos deben tener siempre visible al otro conejo. La idea de que se trate de un terreno neutral es evitar cualquier comportamiento territorial. Acondiciona el espacio con objetos que puedan servirles de entretenimiento para que la presencia del otro conejo pase a segundo plano.

Algo que suele funcionar es poner dos platos de verduras o llenar la habitación con pequeños premios que acaparen su atención.
Los conejos se guían también por el olfato por lo que les limpiaremos con toallitas de bebé para que el olor que desprendan sea el mismo y esto facilite que se reconozcan o que, al menos, no se vean como un completo extraño.

El siguiente paso sería instalar un pequeño recinto con una bandeja con lecho y quizás unos pocos juguetes. Pon a los conejos dentro y métete tú también. Coge un spray de agua, ponlo en posición “chorro” y prepárate para usarlo. Mantente a distancia de chorro todo el rato y, si ves que un conejo ataca a otro, rocíale con un poco de agua. Es mucho mejor utilizar el spray antes de que se produzca la agresión y esta sea muy evidente. Así evitamos malos recuerdos. Una vez que el conejo note que se ha mojado se tomará un tiempo para lavarse la cara y acicalarse. Esto desencadena otro interesante comportamiento en el proceso de aceptación: cuando ves unos conejos recién presentados ocupando el mismo territorio, aparentemente ignorándose el uno al otro pero acicalándose nerviosos, puedes apostar que no tardarán mucho, quizás un día o dos, en estar acicalándose el uno al otro. Cuando un conejo se dispone a atacar a otro, corre hacia él con el rabo levantado y las orejas hacia delante.

Siéntate con los conejos cada día 20 minutos prestándoles atención constante. No permitas un patrón de lucha. Si no son capaces de comportarse bien algún día, sepáralos hasta el día siguiente o deja pasar algunas horas.

Una vez los juntes, pueden pasar varias cosas:

  1. Se huelen y uno lame al otro: lo tienes prácticamente hecho. Ahora te queda observarlos. Si ves que siguen bien y no hay ningún tipo de agresión, no los separes más.
  2. Se acercan, se huelen y se ignoran: esto es buena señal, es lo que se llama “amistad provisional”. Si tienes tiempo déjalos todo el día juntos, si no, repite el proceso al día siguiente hasta que veas que pueden estar juntos sin tener futuras peleas.
  3. Se montan: si hemos esperado el tiempo suficiente tras la castración/esterilización no es síntoma de celo sino que están tratando de definir el rango. Si es el macho quien monta a la hembra y ella no se molesta es una buena señal pero hay que tener mucho cuidado si ella se vuelve agresiva. Ten especial cuidado cuando se montan por la cabeza porque el que está arriba puede recibir un mordisco en la zona genital. En estos casos debería separarse a ambos para proteger al conejo que está encima del otro. Debes seguir observándoles. Si ves que no hay riesgo de mordiscos déjalos juntos todo el tiempo que puedas.
  4. Intentan morderse: aquí es donde debes entrar en acción. No hay que asustarse si sólo se persiguen o vuela algún pelo que otro puesto que tienen que arreglar el rango y ver quién de los dos es el que manda. Sin embargo, si ves que se ponen agresivos o se tiran a morder, usa el pulverizador de agua para separarlos. Esto tendrás que repetirlo cada vez que hagan amago de morderse. Si con el pulverizador no se asustan y llegan a morderse los debes de separar inmediatamente.

Ten especial cuidado en cómo los separas: es posible que te lleves algún mordisco. Lo primero, examina a ambos conejos para ver que las heridas no han sido graves y mete a cada uno en su recinto para que se tranquilicen.

En caso de que el ataque sea muy violento, es mejor que durante 2-3 días los mantengas separados completamente y que no se puedan ver. Incluso, si es posible, ponles en habitaciones separadas. Así olvidan el olor del otro. Durante esos días, límpiales con toallitas diariamente para que luego huelan igual, y vuelve a repetir la fase 1. En los casos complicados, se puede probar a presentarles en otra casa o en un lugar totalmente nuevo para ellos.

Una última consideración y, quizás, la más importante para que todo sea más sencillo es que en cada sesión la última impresión debe ser buena, es decir, debemos acabar la sesión,si es posible, en un momento en que estén tranquilos y no justo después de un ataque. Una manera es acariciar a los dos hasta que se relajen y puedan estar cerca el uno del otro sin atacarse aunque sea bajo nuestro estricto control.

Fase 3

Tan pronto como los conejos puedan tolerarse durante 20 minutos completos contigo dentro del recinto, puedes empezar a colocarte fuera del recinto pero manteniéndote cerca con el spray de agua. Realiza otras tareas sin perderles de vista para poder ir analizando la situación pero sin estar completamente presente. Sin embargo, no deben estar juntos si no estamos en casa.

Fase 4

Se debe aumentar el tiempo en el recinto hasta que los conejos puedan tolerarse durante la mayor parte del día. Puede que se sienten en lados opuestos del recinto al principio pero verás que gradualmente se irán acercando hasta acurrucarse el uno junto al otro. Cuando se tumban juntos o se acicalan el uno al otro es muy buena señal.

Sabemos que puede llegar a ser una tarea larga, pero debemos tener paciencia y no estresar a los conejos intentando agilizar la sociabilización. El proceso completo suele durar cerca de 5 semanas. Si tus conejos ya han adelantado con alguna presentación en el refugio, puedes saltarte los pasos 1 y 2 y, posiblemente, el 3 también. Si se empieza con el paso 4 se les debe vigilar un rato por si hubiese algún problema.

Conejos en grupos

Los tríos o los grupos consiguen que, en caso de que uno muera, se minimice la soledad ya que se tienen los unos a los otros para consolarse. Juntar un grupo de conejos es habitualmente más fácil que juntar dos individuos aunque requiere mucha paciencia y manos de más. Esto puede deberse a la tendencia natural de los conejos a establecer una estructura jerárquica. Las presentaciones de grupos de hasta 7 individuos pueden manejarse generalmente de la misma manera que las individuales. Para grupos mayores a veces es difícil encontrar un territorio neutral del que ninguno de los conejos residentes se haya apropiado.

En caso de no disponer de un espacio neutral se les puede proporcionar un espacio más grande para las presentaciones, como un patio entero.


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