Conejos y roedores necesitan el aporte de vitaminas y minerales que contienen las frutas y verduras. Sin embargo existe la creencia errónea de que estas producen diarreas y otros trastornos digestivos. En el caso de los conejos, muchas personas no introducen estos elementos en la dieta hasta pasada la adolescencia, lo que priva al animal de nutrientes esenciales precisamente en su etapa de desarrollo.
Lo cierto es que los problemas intestinales derivados de la introducción de fruta y verdura en la dieta de animales que no las han tomado anteriormente se debe a que su flora intestinal no está correctamente desarrollada. Esto normalmente se debe a que no han tenido la oportunidad de desarrollarla a causa de la alimentación recibida y las condiciones en las que ha sido mantenidos hasta entonces.
Para evitar que el cambio de dieta produzca reacciones adversas procedemos a hacerlo de manera gradual y sistemática. El método que proponemos se llama la “Regla de los 3 días” y es bastante seguro si se realiza del modo en que lo presentamos, sin saltarse pasos y con todas las precauciones que indicaremos a continuación.
La flora intestinal se compone de distintas bacterias que ayudan a la digestión de los alimentos. Si la flora no está correctamente desarrollada los alimentos no se pueden digerir correctamente y pueden aparecer problemas digestivos. El más común es la diarrea. Al no digerirse correctamente los alimentos tampoco se asimilan sus nutrientes.
La flora intestinal se desarrolla en función de la alimentación recibida, que hace que unas bacterias proliferen más que otras. Además algunos animales ingieren heces de otros individuos para enriquecer su flora intestinal. Los animales destetados antes de tiempo normalmente presentan una flora muy poco desarrollada. En la naturaleza los conejos, por poner un ejemplo, empiezan a comer vegetales frescos en cuanto tienen ocasión de ello, imitando a su madre. Es una etapa importante en la que aprenderán qué plantas son aptas y cuales deben evitar.
Otra causa de aparición de diarrea al llevar a cabo un cambio de dieta puede ser la presencia de parásitos intestinales. Antes de afrontar la introducción de frutas y verduras deberemos asegurarnos de que el animal está libre de estos huéspedes. Una visita al veterinario especialista en exóticos y un análisis coprológico serán suficientes para detectar la presencia de este tipo de parásitos.
Una vez que hemos comprobado que el animal está libre de parásitos o los hemos eliminado con el correspondiente tratamiento, podemos afrontar el cambio de dieta de forma segura.
Otra razón para realizar un cambio gradual y sistemático de verduras en la dieta es la detección de alimentos que produzcan intoleracia en algún individuo concreto. En caso de ocurrir, podremos detectarlo a tiempo y evitar males mayores.
Introduciremos las verduras una por una, es decir, no introduciremos una nueva verdura hasta que se haya completado el proceso de la anterior y estemos seguros de que no le sienta mal. Esto se hace así para poder distinguir qué verdura causa el problema en el caso de que surja alguno.
Cada verdura se da a lo largo de tres días consecutivos, empezando por una cantidad muy pequeña el primer día e incrementando la cantidad el segundo y tercer día.
Si aparece algún síntoma de trastorno digestivo (diarrea, gases…), dejaremos de dar la verdura que estamos introduciendo, esperaremos a que el animal se recupere y empezaremos con una verdura distinta, olvidándonos de momento de la que le sentó mal. Más adelante, cuando la introducción de verduras esté completada, podemos intentarlo de nuevo, o simplemente considerar que esa verdura no le sienta bien.
Empezaremos por verduras y frutas poco problemáticas como la acelga, la escarola, la manzana, etc. y dejaremos las más complicadas como coles y repollos para lo último.
Si no se presentan problemas, a partir de ahora podemos dar acelga siempre que queramos junto con el resto de verduras.
Si no se presentan problemas, a partir de ahora podemos dar escarola siempre que queramos junto con el resto de verduras.
Si no se presentan problemas, a partir de ahora podemos dar canónigos siempre que queramos junto con el resto de verduras.
Si el canónigo le sentase mal, déjaríamos la introducción de esta verdura y pasaríamos a otra cuando el animale se recupere.
Seguiremos así sucesivamente con todas las verduras y frutas que queramos introducir.
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