Tras la aparición en 2010 de una nueva variante de hemorragia vírica del conejo en España, queremos dar unas nociones básicas sobre esta enfermedad. Para información más exhaustiva existe en internet literatura científica. Sin embargo, para las personas no relacionadas con la salud animal, nuestro veterinario especialista en exóticos debe ser a quien dirijamos todas nuestras dudas respecto a esta o cualquier otra enfermedad de nuestros conejos.
Al ser una enfermedad muy reciente las informaciones se van actualizando según se va avanzando en la investigación y según avanza la enfermedad por los distintos países. Es recomendable mantenerse atento a las novedades que puedan ir surgiendo.
Este artículo está dirigido a personas residentes en España. La situación de la enfermedad en otros países de habla española puede ser otra.
La enfermedad hemorrágica vírica del conejo o RHD (Rabbit Hemorrhagic Disease) es una enfermedad vírica causada por un calicivirus que se conoce desde los años 80 del siglo pasado.
Los calicivirus mutan fácilmente y existen diferentes variantes no patológicas junto con cepas que sí causan la enfermedad.
Esta enfermedad no tiene tratamiento y en su variante clásica tiene una mortalidad de aproximadamente el 90%, dándose mayor resistencia a la enfermedad en conejos silvestres que en domésticos. La prevención más eficaz es la vacunación. Actualmente existen diferentes vacunas en el mercado contra el virus causante de la RHD clásica (RHD) que protegen eficazmente con una dosis al año. La más utilizada en conejos de compañía es la Nobivac myxo-RHD que inmuniza contra mixomatosis y hemorragia vírica clásica durante 1 año.
Se transmite de forma directa de conejo a conejo por medio de secreciones (orina, saliva, secreciones nasales u oculares, monta). También se transmite de forma indirecta por medio de comida, agua u objetos contaminados (jaulas, comederos, lecho, zapatos, ropa, herramientas de trabajo) o de animales silvestres (pájaros, roedores) o domésticos (gatos, perros, etc.). También puede transmitirse mediante la picadura de insectos como pulgas, mosquitos, piojos, tábanos, etc. Las heces de depredadores que han ingerido conejos infectados pueden presentar el virus.
El virus es muy resistente y puede permanecer en el ambiente durante 3 meses. Resiste temperaturas de hasta 60ºC por tiempo prolongado. No se inactiva por congelación y solo se necesitan una pocas partículas para infectar a un conejo. La infección puede entrar por vía oral, nasal o conjuntival. La forma más común de entrada del virus es por vía oral aunque puede darse por vía aérea o por pulverización.
El virus en su variante clásica solo afecta al conejo europeo (Oryctolagus cuniculus) al que pertenecen todos los conejos domésticos. No causa enfermedad a conejos del género Syvilagus ni a liebres. Tampoco a ningún otro animal ni a humanos.
Los gazapos de menos de 4 semanas presentan inmunidad a la cepa clásica.
La enfermedad puede cursar de forma hiperaguda, aguda, subaguda o crónica. Al margen de estas diferentes formas de presentarse la enfermedad lo más habitual es que los animales mueran repentinamente sin mostrar signos previos de enfermedad. En algunos casos se puede observar una hemorragia nasal en los cadáveres. Unas horas antes de morir puede haber algunos síntomas inespecíficos como fiebre, inapetencia, ataxia, y un largo etcétera que no permiten un diagnóstico certero de la enfermedad. El diagnóstico solo se puede hacer en un examen postmortem.
Esta variante se detectó por primera vez en Francia en 2010 y en España en 2011. Actualmente está extendida por muchos países europeos.
Se trata de una mutación que difiere bastante de la variante clásica (RHD) hasta el punto de considerarse un virus diferente, aunque causa una enfermedad similar.
Las diferencias con la variante clásica se enumeran a continuación:
Al ser una enfermedad que no tiene tratamiento, la única medida que se puede tomar contra ella es la prevención. La prevención de esta enfermedad pasa por la vacunación. Sin embargo, dado que en algunos lugares puede haber todavía dificultades para conseguir la vacuna, mientras los animales no estén vacunados, se pueden tomar una serie de medidas para minimizar el riesgo.
Estas son algunas de las medidas recomendadas:
El diagnóstico diferencial con la cepa clásica solo se puede hacer (una vez el animal ha fallecido) por medio de un PCR sobre una muestra tomada del hígado. No existe una analítica o prueba sanguínea que nos pueda dar esta información.
Es muy recomendable encargar necropsia de todos los conejos que mueran repentinamente o por causas desconocidas para determinar si se trata de hemorragia vírica. Especialmente si se tienen más conejos o se está en contacto con ellos.
Existen en el mercado varias vacunas contra la nueva variante. La más recomendable es la Nobivac myxo-RHD Plus que protege con una sola dosis contra las 3 enfermedades víricas que afectan a los conejos durante 1 año.
www.serida.org
www.labovejero.com
www.cunivetservice.com
www.bsava.com
www.oie.int
www.harcourt-brown.co.uk
rabbitwelfare.blogspot.se
www.thebrc.org
www.justrabbits.com
Grupos de Facebook con información sobre la enfermedad
RHD2 (VHD) UK rabbit welfare based information
No está permitido copiar este documento o partes de él sin permiso del autor. Si deseas difundir esta información puedes hacerlo mediante un enlace a esta página. Para cualquier duda contactar con La Madriguera via email a info@madrigueraweb.org.