Los hámsters son roedores de la familia Cricetidae (la misma familia que los lemmings y los topillos) subfamilia Cricetinae (cricétinos). Se compone de diversos géneros y especies. Las especies de hámster que se suelen tener como animal de compañía son las siguientes:
Los hámsteres, debido a la relativa facilidad de manutención y escaso coste, son considerados como la mascota de iniciación por excelencia. Sin embargo, su tamaño y el hecho de que sus dueños sean menores la mayoría de las veces convierte a estos animales en víctimas potenciales de un maltrato físico y emocional. Su pequeño tamaño los convierte en animales frágiles en manos inexpertas y su bajo coste de adquisición parece invitar a dueños irresponsables a no invertir en su salud.
La realidad es que son animales que pueden convertirse en una grata compañía y que, con tiempo y dedicación, pueden sociabilizarse y ser la delicia de niños y mayores.
Los hámsteres poseen un cuerpo redondeado de pelaje brillante, cabeza pequeña, ojos vivaces y saltones, orejas finas y redondeadas, patas cortas, manos hábiles y pequeña cola.
Quizás su característica más reconocible son los abazones. Se trata de unas bolsas ubicadas en los carrillos interiores que les sirve para transportar comida, elementos para el nido e incluso a las crías. Para vaciarlos se ayudan de sus patas delanteras mediante un masaje que mueve su contenido desde el fondo de los abazones, situado a la altura de los hombros, hasta el exterior. Dentro de ellos la comida se mantiene seca, ya que no hay ningún tipo de salivación y están separados de la boca, ya así la comida llega a la despensa en perfectas condiciones.
Se trata de animales solitarios y territoriales que en la naturaleza se juntan únicamente en época de celo. Los hámsteres deben vivir solos y la mejor compañía para ellos somos nosotros mismos y un alojamiento lleno de posibilidades y diversión. Aunque hay partidarios de que convivan varios ejemplares juntos, especialmente en el caso de los hámsteres enanos, la realidad es que, si uno de ellos pierde el olor de grupo o hay algún conflicto, como la falta de espacio o de comida, la aventura puede terminar en tragedia. Las peleas entre ejemplares son cruentas y muchas veces las heridas las heridas son severas, e incluso pueden a fallecer antes de que nos podamos dar cuenta, ya que la mayoría de ellas suceden durante la noche, momento en que están más activos.
Son animales nocturnos que se despiertan algunas veces durante el día. A los hámsteres, especialmente a los sirios, no les gusta que se les despierte y si esto ocurre, se estresan y se enfadan. A primera hora de la mañana y cuando anochece, suelen estar despejados y podemos observarles bien.
Si un hamster se muestra agresivo puede ser debido a algún problema físico que le cause dolor o malestar. Antes de nada, debemos acudir a un veterinario para una revisión.
Los niños deben ser supervisados cuando estén con el animal y hay que enseñarles a respetarlos, a que no hagan ruido y tengan cuidado cuando lo cojan, lo que les convertirá en grandes amantes de los animales y evitará posibles mordiscos. Los hámsteres se deleitan con sus momentos de soledad y la tranquilidad. Si se los atosiga pueden enfermar, volverse apáticos, irascibles y mermar su esperanza de vida.
Los hámsteres sólo suelen morder cuando se ven amenazados o porque nuestra mano huela a comida. Hay signos claros que indican que no quiere que se le moleste y en estos casos es mejor dejarles tranquilos. No lo molestes en el caso que gruña, chille, evite tu mano, se tumbe de espaldas con los dientes a las vistas (se siente amenazado) o se levante sobre sus patas traseras e hinche los abazones (es una forma de intimidar a los enemigos).
El hámster sirio, procedente de Siria, también es conocido como hámster dorado. Son los más grandes y los más territoriales de entre todos sus congéneres. Los hámsteres sirios tienen diferentes coloraciones y tipos de pelaje por lo que han sido los más populares entre el público hasta hace pocos años. Debido a su carácter, estos animales deben estar siempre solos una vez entran en la madurez sexual por ser muy propensos a peleas y agresiones entre ellos. La madurez sexual de la hembra comienza en la cuarta o quinta semana de vida y en los machos a los dos meses y medio. Los hámsteres sirios tienen una esperanza de vida de entre dos y tres años, pesan alrededor de los 120-180 gramos y miden unos 15-18 cm de longitud. Sin embargo, un hámster sano y con una dieta equilibrada puede superar los 4 años de edad.
La clasificación de los hámsteres enanos engloba al hámster ruso (conocido también con hámster invernal), el hámster de Campbell y el Roborovski, pero no el hámster chino. Existen diferencias físicas y de carácter entre ellos, aunque pueden no ser apreciables si no somos expertos. Mientras que los rusos y los chinos son animales sociables, los Campbell y los Roborovski prefieren que los dejes a su aire. Los Roborovski son muy miedosos y no les gusta que les acaricien y los Campbell, además, tienden a ser más agresivos, aunque con paciencia pueden llegar a ser razonablemente sociables. Los hámsteres enanos tienen un tamaño menor que puede rondar desde los 7 a los 13 cm según la raza y un peso de entre 25 y 45 gramos. Su madurez sexual es más prematura que la del sirio. Respecto a su esperanza de vida varía con cada uno. Los rusos y los de Campbell tienen una esperanza de vida menor que los sirios, los Roborovski y los chinos.
Los hámsteres son animales omnívoros. Pueden comer una gran variedad de semillas, frutas y verduras, pero su dieta también debe incluir una proporción de proteína. A grandes rasgos la dieta del hámster debe repartirse de la siguiente manera:
La obesidad es una patología muy frecuente en hámsteres, especialmente en los rusos. La causa de esta obesidad suele ser una dieta inadecuada. Dado que la obesidad puede tener consecuencias muy graves en la salud del hámster, es muy importante que prestemos gran atención a la alimentación de estos animales y nos esforcemos por adecuar la ingesta de alimento a la actividad del animal. Los animales que realicen menos ejercicio físico deberán ingerir menor cantidad de calorías. Para asegurarnos de estar alimentando correctamente a un hámster, es necesario que lo pesemos habitualmente con una báscula de cocina.
Las verduras deben ser crudas.
Las frutas deben ser bajas en calorías.
A la hora de introducir frutas y verduras en la dieta hemos de ser especialmente cuidadosos y siempre lo haremos según la Regla de los 3 días
Tenemos que quitar los restos para que no los almacene y puedan pudrirse.
La mayoría de los piensos comerciales para hámsteres son de baja calidad, presentando gran cantidad de pipas y una composición totalmente desequilibrada. Aquí mencionamos algunos piensos que cumplen ciertos mínimos, pero no siempre son fáciles de encontrar si no recurrimos a la compra por internet.
La cantidad adecuada de pienso dependerá de la actividad del animal. En el envase de cada uno encontrarás dosis orientativas.
Colocaremos la jaula en un lugar con buena ventilación, sin corrientes de aire, donde no le dé la luz del sol directa y que sea una estancia tranquila. La temperatura ideal es que ronde los 20 y los 22ºC y que sea una temperatura constante. También tiene que estar en una superficie estable y, si tenemos otras mascotas, que esté protegido de ellos.
La jaula tiene que ser amplia para que el hámster descanse, juegue y alborote todo lo que quiera.
El tamaño mínimo debería ser de 70 × 45 cm en un piso y otro piso más de superficie al menos 1/3 de las medidas mencionadas para hámsteres enanos y 84 cm de largo para hámsteres sirios. Aunque, cuanto más espacio tenga el hámster, más se ejercitará y tendrá mejor calidad de vida.
La ventilación es una de las facetas más importantes. Por ello mismo los terrarios y las jaulas tipo OVO no son recomendables ya que tienen una ventilación pésima. En el caso de los terrarios, si tiene masilla puede ser incluso tóxica en caso de ingerirla. Lo más recomendable son las jaulas de reja.
Otro aspecto a tener en cuenta es la *distancia entre los barrotes*. Los barrotes muy separados pueden provocar que el animal se escape o que quede atrapado entre medias.
Una apertura lateral es muy útil para sociabilizar con el animal sin que se sienta amenazado.
Elegiremos una jaula de fácil limpieza. Las jaulas de tubos, por ejemplo, son antihigiénicas y muy difíciles de limpiar. Si la jaula tiene tubos, debemos limpiarlos cada 2 o 3 días.
El hámster en libertad no trepa grandes alturas por lo que una caída desde un segundo piso de una jaula alta o desde los tubos verticales puede derivar en lesiones. Organizaremos los elementos de la jaula de manera que *las posibles caídas desde mayor altura sean sobre suelo blando*.
La jaula hay que limpiarla completamente una vez al mes pero hay que ir haciendo pequeñas limpiezas durante la semana para que esté en perfecto estado. Así, para limpiar la jaula lo mejor es usar agua caliente y un jabón neutro para la limpieza total. También es posible comprar desinfectantes veterinarios en centros especializados (no son fáciles de encontrar y no están en tiendas generales de mascotas). Mientras, semana a semana hay que limpiar las zonas de orín con vinagre (si usa esquinera se puede cambiar incluso cada dos días), recoger los excrementos dos veces en semana con una pala y mantener los accesorios limpios (comedero, bebedero con agua fresca, rueda limpia, la caseta sin restos de alimentos frescos…).
Suelen hacerlo generalmente en la caseta y para ello tendremos que suministrarle elementos para crearlo. Lo ideal es suministrarle *papel higiénico o de cocina* (que se rompe con facilidad y se disuelve si el hámster lo ingiere), y su propio lecho. A la hora de cambiarlo durante la limpieza mensual debemos guardar parte de éste y ponerlo con el nuevo para que mantenga su olor. El heno puede ser un buen material de nido, siempre que no tenga polvo ni esté mohoso, por lo que también habrá que ir comprobando que está en buen estado durante la semana. La paja no es adecuada ya que suele dañar al hámster por sus bordes afilados.
Jamás debemos darle algodón o tela ya que pueden ocasionar asfixia al ser ingeridos y las fibras sueltas se le pueden enredar en las extremidades con el consiguiente peligro. Hay muchas tiendas que venden este tipo de nido como algo normal, pero debemos hacer caso omiso y buscar lo mejor para el animal.
Las casetas comerciales de plástico cerradas no tienen una buena ventilación por lo que lo mejor es optar por otro tipo de casetas como las de barro, de coco o abiertas por debajo. La caseta de madera puede producir problemas si es de coníferas o tiene resina por lo que es mejor evitarlas. La caseta será usada como nido y también como despensa por lo que si tienen varios habitáculos son muy interesantes para ellos. Hay que tener cuidado con los alimentos perecederos que guarde porque se pudren y le pueden producir problemas de salud. Hay que prestar atención a las medidas de los productos ya que algunas de las casetas que venden no valen para hámsteres sirios porque los agujeros de sus ventanas u orificios son demasiados pequeños y están pensados para hámsteres enanos.
Es una de las cosas más importantes que hay que tener en cuenta. El lecho aconsejado para ellos es el sustrato de papel o maíz sin ningún tipo de olor. La arena de gato les produce rozaduras en las patas y problemas respiratorios mientras que la viruta de madera suele estar hecha con coníferas cuyos fenoles son altamente tóxicos y le pueden causar a la larga graves problemas respiratorios, hepáticos, renales y de piel. Así, el lecho más adecuado para ellos es el papel o maíz que es absorbente, evita los olores y no les produce daño alguno. Podemos usar también como complemento heno, ya que si lo ingieren, puede ayudarle a la hora de desgastar los dientes y aportará una pequeña parte de fibra a su dieta. El lecho ha de ponerse por toda la bandeja de la jaula
Los comederos más cómodos son los de porcelana ya que se limpian fácilmente y no pueden volcarlos debido a su peso. El mejor bebedero es el de biberón de bola. Ambos hay que limpiarlos una o dos veces por semana. La mejor manera de lavar el biberón es aclararlo con agua caliente para evitar la formación de algas y otros microorganismos. Hay que prestar atención al lugar donde colocamos el bebedero ya que a veces queda un poco alto y el animal no lo alcanza. Además, hay que comprobar que funciona correctamente y que no gotee si el hámster no está bebiendo.
Aunque ellos se acicalan diariamente necesitan una pequeña ayuda para mantener el pelo en buenas condiciones. Para ello podemos disponer de un baño de arena de chinchilla una vez a la semana durante un par de horas. No es buena idea dejarlo mucho tiempo ya que acabarán usándolo como baño.
También podemos ayudar a nuestro hámster sirio de pelo largo cepillándole con un cepillo de dientes de cerdas blandas.
Las ruedas son un accesorio que no puede faltar en su jaula, pero también se puede convertir en un foco de problemas. Debe haber otros entretenimientos en la jaula para que la rueda no se convierta en una obsesión y sea motivo de ansiedad.
Además, el diámetro de la rueda tiene que ser suficiente para que no tenga problemas de espalda ya que un diámetro insuficiente le obliga a mantener la espalda curvada. La medida más adecuada para hámsteres enanos es de 20 cm, y para hámsteres sirios 28 cm.
Además, *la rueda debe ser lisa* (evitar que tenga grietas o agujeros donde se les pueda quedar atrapadas las patas o se les enganchen las uñas), de plástico duro, con una superficie plana (los agujeros o protuberancias pueden causarles heridas en las patas), base estable colocada a unos centímetros de la pared para evitar accidentes, que no sea completamente cerrada y que se sujeten adecuadamente. Las ruedas metálicas son un peligro, ya que pueden engancharse las uñas en los agujeros o meter las patas entre los barrotes y lesionarse o romperse una pata.
Nunca debemos meterles en bolas de plástico. Esas esferas de plástico transparente que comercializan para sacarles de paseo les producen un fuerte estrés, ya que es una situación muy artificial para ellos, y no les permiten explorar en los paseos.
La jaula debería estar llena también de juguetes. Hay diferentes tipos, mil ideas diferentes que podemos ir alternando para que no se aburra. Incluso las ramas de árboles frutales (libres de cualquier sustancia química) pueden ser el complemento perfecto para ir cambiando su lugar de juego. Un hámster activo desgastará las uñas, hará ejercicio, se le abrirá el apetito y estará más contento que un animal que pueda desarrollar conductas condicionadas debido a un habitáculo monótono y falto de interés. Troncos, ruedas, puentes, cuevas improvisadas, cartón del papel higiénico… Todo vale para que trastee lo que quiera.
Un transportín adecuado les evitará las corrientes de aire y se sentirán cómodos y protegidos el tiempo que dure el trayecto. Intenta llevarlo siempre directamente a casa desde el momento de la adopción y, si tienes oportunidad, llévalo en las rodillas o en el suelo del coche donde el transportín tenga cierta estabilidad para hacer el viaje más agradable. El transportín tiene que ir siempre en un lugar seguro donde no se vuelque o se caiga con cualquier maniobra. Si es un viaje de cierta duración ponle algo de comida o una pequeña pieza de fruta (manzana o pera) para que no tenga ni sed ni hambre durante el trayecto.
Lo ideal es que ya se tenga todo preparado en casa antes de llevarlo y usar parte del lecho o el nido de su casa de acogida para ponerlo en su nuevo hogar. Así, el olor de su nueva casa le será familiar y notará menos el cambio. Una vez en casa, ábrele la puerta del transportín e intenta que salga por su propio pie. Si la puerta es superior puedes girarlo con cuidado para que pueda alcanzar la puerta y salir. Algunos hámsteres son más curiosos que otros por lo que no notan mucho el cambio, y la novedad se convierte en su mejor aliado. En otros muchos casos, sin embargo, necesitan un tiempo para aclimatarse y adaptarse a la nueva situación. Cuando haya reconocido su jaula y se haya aclimatado un poco comenzará a marcar su casa y, poco después, debería comenzar a crear su nido.
Los hámsteres pueden ser compañeros muy simpáticos, pero hay que tener paciencia y no molestarle hasta que él esté despierto. Si respetas sus descansos, se asustará poco y con el tiempo confiará en ti. La manera de ganarse su confianza es hablando en voz baja, acariciándole los costados, dejando que te huela cuando le acerques la mano lateralmente y evitando movimientos bruscos y ruidos altos. Una forma de conseguir su cariño es dándole premios y golosinas indicados para él o ella cada vez que vayas a verle. En esos momentos te comenzará a relacionar con algo bueno.
Una manera de ayudar a nuestro hámster y de que esté mejor anímicamente es realizar una sociabilización que empieza desde el mismo momento que entra en nuestra casa.
La mayoría de los accidentes relacionados con hámsteres suelen ser a causa de no saber cómo cogerles correctamente, dejarles sueltos sin vigilancia o que haya algo en su alojamiento y alimentación que no sea adecuado para ellos.
Así, ahora nos centraremos en cómo coger a un hámster. Lo más importante es que se sienta seguro. Si no tienes mucha confianza con él cógele pasando la mano por debajo de la tripa y póntelo en la mano mientras lo cubres con la otra. Así, se sentirá menos amenazado y más a gusto viéndolo todo desde una especie de cueva. No hay que molestarles durante su sueño. Los sirios son especialmente ariscos si se les despierta o se les coge incorrectamente por lo que evita despertarle o cogerle si está adormilado. Cuando han tenido una mala experiencia al cogerles, suelen ser más reacios e incluso pueden llegar a morderte. En esos casos puede ser necesario utilizar guantes. Con el tiempo suelen ver que no hay peligro y dejan de mostrarse ariscos por lo que en ese momento puedes dejar los guantes e intentar hacerlo con las manos libres.
Cuando ya domines esta técnica puedes cogerle desde arriba rodeando su cuerpo con la mano y los dedos. Hay que cogerlo de tal manera que esté firmemente cogido y no pueda caerse y con cuidado de no ejercer demasiada fuerza que pueda lastimarlo o aplastarlo.
Cuando lo tengamos en nuestras manos no hay que intentar retenerle, sino que podemos hacer que camine de una mano a otra de manera que no se sienta atrapado y disfrute de la compañía. Hay que tener cuidado, ya que algunos tienden a tirarse de nuestra mano de manera suicida por lo que siempre hay que estar pendientes de ellos. Podemos dejarles trastear libremente si hemos preparado la instancia para ellos. Debemos ocultar cables, tapar enchufes o cualquier fuente de peligro para el animal. Así, debemos tenerle siempre controlado para evitar que se meta por lugares de los cuales no pueda (o no quiera) salir y evitar que algún miembro de la familia lo pise, golpee o, incluso, llegue a sentarse encima. Como dijimos al principio, en caso de haber otros animales en casa, debemos estar seguros de que no hay problema en sacarlo de la jaula y que siempre va a estar a salvo.
Es posible incluso enseñarle a hacer sus necesidades en un único punto que te será más fácil de limpiar y más higiénico para él o ella ya que podrás cambiar la esquinera o el sucedáneo de esta cada día. Lo primero es localizar el punto donde suele orinar por normal general. Una vez localizado hay que buscar un recipiente lo suficientemente grande donde quepa el hámster sin dificultad y ponerlo en su esquina favorita. Si pones un poco de excrementos e incluso lecho manchado de orina será más fácil que se acostumbre. El olor le hará relacionarlo con una localización normal por lo que no es extraño que vaya comenzando a utilizarlo para orinar a modo de baño. Esto es muy cómodo a la hora de cambiar el lecho mojado de orina e impregnado del fuerte olor.
Muchas de las enfermedades que afectan a los hámsteres están causadas por una mala alimentación, exceso de humedad, temperaturas inadecuadas, caídas o mordiscos, conjuntivitis por paja polvorienta, falta de higiene, falta de ejercicio, estrés, perturbación de sus horas de sueño y cuidado defectuoso. Es decir, hay un montón de enfermedades que se pueden evitar. Un hámster cuidado adecuadamente y alimentado de una manera equilibrada puede tener una esperanza de vida bastante superior a la media.
Si nuestro hámster tiene algún problema de salud se le debe llevar cuanto antes a un veterinario especialista en animales exóticos. Para encontrar un veterinario de exóticos cerca de tu lugar de residencia consulta el listado de veterinarios de exóticos
Un hámster sano tiene el pelaje liso y brillante, forma cilíndrica, el orificio anal limpio, no tiene secreciones en nariz u ojos y comienza a estar activo poco después de despertarse. Hay que ir comprobando que no le crezcan en exceso los dientes, tiene que ser curioso y su respiración tranquila y sin que se note obstrucción alguna.
Debido a la endogamia que se ha producido de la cría irresponsable e, incluso, de la propia procedencia de los animales, cada vez se dan más casos de procesos degenerativos. Los más comunes suelen ser alopecia temprana, tumores, quistes, etc. El veterinario será el que nos diga qué procedimiento hemos de seguir y cuál será el futuro de nuestro pequeño.
Cuando el animal esté despierto tendremos que hacerle un pequeño control para ver que no hay ningún síntoma que nos pueda preocupar. Hay que realizar una revisión completa no sólo física sino también de su estado de ánimo:
Debemos comprobar que el hámster está activo, come y bebe, y hace sus deposiciones correctamente.
En el caso de que apareciese algún síntoma anormal, lo mejor es llevarlo al veterinario o realizarle una consulta para descartar cualquier problema. Sin embargo, hay unas pautas de primeros auxilios que podemos tener en cuenta hasta que contactamos con el veterinario, así como acciones preventivas a realizar:
Los resfriados suelen ser producidos por corrientes de aire, cambios de temperatura, o que tenga poca o excesiva humedad ambiente. Se suelen manifestar con estornudos, inactividad, mocos, ojos llorosos y poco interés por la comida. En este caso tendremos que comprobar que la jaula no está en un lugar con corrientes de aire (aunque deberíamos haberlo hecho inicialmente) y subir un grado la temperatura para que esté entre los 21 y los 23ºC. Consultar entonces al veterinario, especialmente si está dejando de comer.
La diarrea puede ser consecuencia de una mala alimentación, demasiada humedad, frío o agua sucia. Lo primero que hay que hacer es quitarle los alimentos ricos en agua como los vegetales o las frutas. Nos limitaremos al pienso base de buena calidad, y podemos ponerle manzanilla en el bebedero para ver si así va mejorando. Si al día siguiente no ha mejorado, pide hora en el veterinario o consúltale cómo proceder.
En algunos casos es necesario realizar una desinfección de la jaula como en el caso de las diarreas, la cola húmeda o ácaros. En este caso hay productos especiales para que, una vez lavada la jaula con agua caliente, sigamos desinfectado con productos recomendados por profesionales o nuestro veterinario (únicamente los que ellos nos indiquen) y aclarar finalmente la jaula y los accesorios con agua. Una vez seco podremos volverlo a poner todo en orden. En este tiempo, el animal puede reposar en su transportín ya que la limpieza total de la jaula suele estresarles mucho.
En verano, además, debemos que tener cuidado con los golpes de calor. Mantener una temperatura agradable y evitar el sol directo es necesario para que el animal no sufra ya que no está preparado para aguantar temperaturas excesivas. Podemos ayudarle a soportar el calor poniendo una botella de agua congelada enrollada en un trapo y pegado a su jaula desde el exterior. También se comercializan placas enfriadoras metálicas. Si, por desgracia, notamos que está apático, temblando y no responde, podemos ayudarle poniéndole en un lugar más fresco para que vaya bajándole la temperatura poco a poco. Si no mejora has de llevarle de urgencias al veterinario.
Si pensamos que puede sufrir una fractura, tenemos que quitar todas las actividades y juguetes de la jaula para que esté quieto más tiempo y evitar que pueda subir a otro nivel de la jaula (si esta lo tuviese) o a las pasarelas, colocarle entre papel higiénico o de cocina y llevarle lo antes posible al veterinario.
Si hemos de ir al veterinario lo mejor es ir a la consulta a primera hora de la mañana o por la tarde-noche. Al pasarlo al transportín, debemos meter parte del nido y del lecho para que el veterinario pueda tomar muestras si lo ve necesario.
Si nuestro veterinario nos dice que hemos de medicarle nosotros tendremos que inventarnos trucos para que se tome las medicinas puesto que huelen que no se trata de un premio normal y la tarea de medicarles se convierte en una auténtica lucha de ingenio por nuestra parte. Suele funcionar camuflarla dentro de miga de pan, o algún untable como crema de cacahuete.
Se pueden encontrar bastantes tablas sobre enfermedades de los hámsteres. No obstante, siempre debemos acudir a un veterinario de exóticos en caso de enfermedad para que sean los especialistas los que nos digan cómo actuar y qué cuidados necesita el animal.
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