CÚRCUMA fue abandonada junto a su compañero LAUREL y acabaron en un centro de recogida de animales. Llegó a La Madriguera muy delgada debido a una alimentación incorrecta durante mucho tiempo. CÚRCUMA es una chinchilla joven que está deseando descubrir todo lo que esta nueva etapa de su vida tiene que ofrecerle. Ahora tendrá todas los cuidados y alimentación especializada que necesita mientras espera a su familia definitiva.
LAUREL y CÚRCUMA se dan juntos en adopción