WAKANDA llevaba muchos meses abandonada en un polígono industrial. Vivía entre coches y suciedad, comiendo lo que podía para intentar sobrevivir. Rescatar a Wakanda no fue tarea fácil, nos lo puso difícil y tuvimos que dedicar varios días. Gracias al grupo de voluntarios que dedicaron tiempo y esfuerzo de manera desinteresada, ahora la pequeña está a salvo y recibió atención veterinaria especializada. Llegó con un absceso en la mandíbula, problemas en los incisivos y síndrome vestibular.
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