KRAKEN fue abandonado en la basura y llevado a la perrera con síndrome vestibular y la piel bastante mal. Se le diagnosticó pioderma pero ya está recuperado.
Pese a tener la cabecita torcida, hace una vida completamente normal y se mueve estupendamente. Por ello, le encanta tener muchos juguetes en su espacio y recorrerlos de arriba a abajo.