DIMITRI Y Gorki eran los juguetes de una niña hasta que se cansó de ellos. Su vida consistía en sobrevivir en jaulas de dimensiones vergonzosas y esperar su muerte.
Dimitri era un juguete roto olvidado y mal cuidado.
Ahora ha conocido lo que es ser tratado con respeto y amor. Tiene un alojamiento digno, una buena alimentación y un trato adecuado. Solo le falta una nueva familia.
Dimitri es un hamster ruso muy bueno y simpático. Quien lo adopte se lleva una joya.