VERA fue recogida en una perrera en un estado límite. Desnutrida, deshidratada, comida de sarna, pulgas y garrapatas, con pododermatitis y heridas de origen desconocido. Llevaba días sin apenas comer. Cuando la ingresamos de urgencias las analíticas indicaban infección y fallo renal y no nos dieron muchas esperanzas.
Sin embargo es una luchadora y se ha recuperado del todo. Es una coneja muy buena pero muy miedosa que se aferra a la vida porque espera un futuro mejor que el que los humanos le han dado hasta ahora.