ULISES fue abandonado en un parque con un fuerte síndrome vestibular por E. cuniculi, por el que no podía ni siquiera caminar. Únicamente había intentado refugiarse en unas zarzas, en las que se quedó enredado.
Ahora mismo tiene algunas secuelas del E. cuniculi como la cabeza torcida y pérdidas de equilibrio cuando se pone nervioso.
Es un conejo muy muy bueno, sociable y cariñoso.