TULIPÁN fue abandonada en la calle, dentro de una jaula frente a una tienda de alimentación. A pesar de ser un bellezón, no se libró de acabar abandonada. Es una coneja miedosa, de tamaño pequeño y necesita que tengan paciencia con ella mientras recupera la confianza en las personas. Debió tener muy mala alimentación, pues apenas come heno y verdura fresca. Ahora está conociendo lo que es una dieta adecuada y poco a poco va sintiéndose más segura. Merece un hogar donde recibir mucho cariño. ¿Quieres dárselo tú?
Tulipán se da en adopción conjunta con Gómez, pues son inseparables