SACARINO fue entregado en una perrera en un estado lamentable. Tenía una tremenda maloclusión que no le dejaba comer. Estaba esquelético y tenía pododermatitis. En lugar de darle la atención veterinaria que necesitaba con urgencia, lo dejaron en una perrera.
Ahora ya está operado de los dientes y hace vida normal, aunque hay que pertirle la verdura en trozos que pueda meterse en la boca. Es un sol de conejo, bueno, sociable, se lleva muy bien con otros conejos y los gatos. Es un bonachón . Es un poco guarrete para usar el esquinero pero, por lo demás, es una maravilla de conejo.