RASSEL fue un juguete roto.
Llegó siendo un bebé de aproximadamente un mes de vida y, como tantos otros miles de animales, comprado irresponsablemente para entretener a los niños. Cuando se les cae y lo rompen, no hay asistencia veterinaria para él y solamente piensan en deshacerse del animal. Cuando lo recogimos tenía ambas mandíbulas fracturadas, un absceso en el labio, dos costillas fracturadas y daño pulmonar debido al traumatismo que sufrió.
Ya está recuperado aunque es posible que en el futuro pueda tener artrosis debido a las lesiones que tuvo.
¿Nos ayudas a proporcionar un futuro bonito a este pequeño?