OLGA llegó a La Madriguera junto con otras cinco conejas más, todas ellas procedentes de un criadero de animales donde vivían en condiciones muy precarias. Vivía en una jaula minúscula y no conocía lo que se siente al recibir la luz natural del sol o disfrutar de dar unos saltitos. Ha tenido una vida difícil, pero a partir de ahora todo será bueno.
Olga no ha tenido mucho contacto con humanos y el que ha tenido no ha debido ser muy agradable. Es una conejita miedosa que le va a costar confiar al principio, pero con otros conejos no da problemas.
Ayúdanos a mostrarle a Olga la parte bonita de la vida.
Olga no se da en adopción para vivir sola, debe vivir al menos con otro conejo.