JALAPEÑO ha sufrido una doble situación de maltrato. Primero le abandonaron en la calle y después, la persona que le recogió de la calle, le mantenía en una jaula minúscula y le alimentaba a base de pan y zanahorias. Es un conejo joven, risueño y con muchas ganas de diversión. Jalapeño sueña con encontrar una familia con la que jugar al escondite, compartir su heno y recibir muchísimo cariño.