ESTELA Es una coneja que encontraron en la calle los servicios municipales, abandonada para que sus dueños se fueran de puente a disfrutar del sol.
Estela tenía una otitis tremenda, además le salieron ácaros, seguramente que de estrés por el abandono.
La pobre gruñía nerviosa girando la cabeza y tocándose las orejas, porque le deben doler mucho.
Es muy buena, muy lista, a veces un poco gruñona y asustadiza, pero rápidamente agradece mucho las atenciones.