Deià es una pobre coneja que pasó un año abandonada en las rocas de una playa, viviendo de la caridad de la gente que le daba de todo lo que tenía a mano para comer.
Es muy buena y sociable, pero algo desconfiada y tímida; ya que aunque muchos la trataban bien allí y la daban de comer, otros la daban con palos para que corriera.
No se da en adopción para estar sola.