CHAI fue encontrada en la calle en un jardín y recogida por unas personas que se apiadaron de ella.
Con personas tiene un carácter complicado, es gruñona y echa las patas. Probablemente se siente muy insegura al ser ciega. Con otros conejos y con cobayas se lleva bien. Con los gatos no hace nada. No es una coneja conflictiva, evita los conflictos marchándose. Lo ideal sería que la adoptase una persona que quiera una coneja para hacer compañía a otro conejo.
Hemos tenido que extraerle los dientes por un problema de maloclusión. Puede comer perfectamente, sólo necesita que le corten un poco las verduras para que pueda metérselas en la boca.